jueves, julio 13, 2006

V de Vendetta, con H de Hipocresía

V de Vendetta se nos presentó el día de su estreno como una película antisistema, revolucionaria, que pretendía remover conciencias y no dejar a nadie indiferente. Creo que tan sólo lo último ha conseguido.


Para empezar, V de Vendetta es una producción de la todopoderosa Warner, distribuida e impuesta en los cines de todo el mundo mediante la fuerza que el capitalismo le da al dinero, pareciéndose mucho en sus métodos a esa dictadura contra la que arremete. Su campaña de marketing fue brutal, todo el mundo se enteró de la existencia del "rompedor" film, mientras otras obras pequeñas y mucho más honestas quedaban totalmente silenciadas (¿alguien se acuerda de las últimas de Techiné, Kim Ki-Duk, Amos Gitai o Jacques Audiart?, que se estranaron en la misma época. Por no hablar de las películas invisibles de Hou Hsiao Hsien, Zhang Ke-Jia, Hal Hartley, Pedro Costa, Chantal Ackerman y una infinita lista de autores que no llegan a nuestras pantallas por culpa de esta dictadura cultural). Así pues, si V de Vendetta exprime el sistema hasta sacar de él el último céntimo, ¿resulta lícito que arremeta contra él de esa manera?

Yo creo que la explicación está bien clara. Nos hallamos en un sistema donde la única ideología es la del dinero, y si una manipulación de principios, una demagogia que nos quiere hacer ver lo que es mera fachada sirve para lograr los objetivos..., pues adelante. El único mensaje que importa es el que sea rentable, el que nos manipule como espectadores (sí, a todos, yo también fui al cine a verla engañado por todo lo que escuché) y nos haga cómplices de semejante infamia. Porque la rebeldía y la incorrección política venden, convirtiéndose así en conceptos adocenados y reaccionarios, que pierden todo el valor que han podido tener en otras épocas para ponerse al servicio del sistema que les da cobijo. La hipocresía que se esconde detrás de todo esto asusta, y puede ser extrapolable más allá del cine, casi a cualquier ámbito social.

Y después de la parrafada diremos algo de la película más allá de la ideología. Partimos de una narración confusa, donde, por una parte juega con un verismo estruendoso y por otra evita explicar las acciones más descabelladas, utilizando elipsis que parecen más acomodaticias (fundamentales para evitar las lagunas del guión) que artísticas, y forzando algún flash-black innecesario, que sólo pretende autojustificarse. Para mí V de Vendetta es puro efectismo, más en lo argumental que en lo técnico, pues nos presenta unos personajes claramente estereotipados, que casi producen risa, y no funcionan ni como sátira, ni como metáfora de nada, ni como diatriba filosófica. No existe ninguna reflexión profunda (ni siquiera ligera) en lo moral ni en lo político, y la charlatanería del protagonista no es más que artificio vacío, donde el presunto ingenio verbal intenta esconder el agujero negro en que se sumerge la trama. Y aquí es donde tenemos lo más hiriente, las ínfulas de trascendencia de la película, que nos vende un discurso político que no existe y que juega con unos valores morales degradantes sin pararse a pensar en ellos. La apología de la dictadura y la demagogia es brutal, el machismo aflora en algunas escenas que escandalizan (y no quiero desvelar), y todo ello..., todo ese discurso vacío, toda esa inmoralidad, tiene como único objetivo la peseta. Todo vale.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Pos a mi me gusto mucho... q quieres q t diga :)

Evidentemente, cualquiera q haya leido el V for Vendetta de Alan Moore no habrá quedado (al igual que yo) satisfecho con esta adaptacion al cine. Pero hay que entender que el comic es el comic... y la peli es la peli. A pesar de todo ello, me parecio una gran película; buena historia, buenos personajes (a pesar de lo raro que queda V en la peli, sigue siendo un personaje q me encanta)

Roberto García dijo...

Por mi blog, ya sabrás que yo quedé contento con "V de Vendetta", aunque no he leido el comic.
Sin embargo entiendo tu parecer, y que la pelicula pueda resultar un tanto vacía y estereotipada en algún que otro momento.

Saludos señor Quinn!

Daniel Quinn dijo...

Jeje, yo sabía que crearía polémica con esto, pero os veo muy diplomáticos..., como si estuviera Maud con la escoba detrás de la puerta. En fin, es posible que los prejuicios me puedan con esta clase de pelis, pero es lo que pienso. Gracias por las intervenciones.

Saludos!!

Roger Crunch dijo...

léete el comic. en serio.
Seguro que después despreciarás aún más la película.

Daniel Quinn dijo...

Gracias por la recomendación Crunch, aunque entonces mi recuerdo de la peli puede volverse totalmente traumático, jeje.
Saludos!!

Anónimo dijo...

Ni sabia de la existencia del comic ni del libro, pero la película enseña algo que por desgracia esta condenado a suceder. Debido a la indiferencia que están generando entre la gente los sistemas capitalistas, llegará un día en que someter a los sus habitantes será tan sencillo como manejar un rebaño de ovejas (donde va una van todas, con la sola necesidad de comer y procrear). Asi está ocurriendo con los hombres, la prosperidad y el bienestar los está haciendo cada vez menos empaticos y mas egoistas, debido a que no llegan a apreciar lo que tienen, y sus preocupaciones pasan por ir bien vestido, tener una buena jerarquia social y una pareja pudiente y atractiva.
Son necesarias muchas más peliculas como esta para que la gente empiece a abrir un poco los ojos. Y como dicen por ahí, hazte un favor y !!piensa¡¡

Daniel Quinn dijo...

Hola anónimo.
Estoy bastante de acuerdo con algunas cosas que dices, pero creo que esa idea no es más que una fachada de la película. Toda esa parafernalia supuestamente ideológica tiene mucho de juego pirotécnico para atraer al espectador, pero me parece extremadamente superficial; una relectura bastante básica del mundo orwelliano que en su supuesta crítica sólo esconde conformismo y ganas de perpetuar el sistema. Nada más elocuente que una película nacida en el Hollywood más duro, el centro neurálgico del capitalismo, impulsada por una brutal campaña de marketing, y apoyada por unas formas y una estética absolutamente conservadoras, entre el clasicismo y el modernismo matrixero. Pero bueno, estas son mis impresiones. Si en efecto ayuda a remover alguna conciencia, me alegraría, aunque la mía la deje totalmente inmóvil.
Un saludo!