viernes, enero 09, 2009

10 recuerdos de 2008. Libros

Podrían entrar otros muchos en esta lista, pero por no repetir demasiado o por unas cosas u otras he optado por lo que sigue. Ha sido otro año de seguir leyendo alguna cuenta pendiente de Roth o Vila-Matas, sin olvidar que ha sido del año de la publicación de la estupenda última novela de nuestro amigo Eloy M. Cebrián.



SEBALD

Ha sido mi año de entrar a fondo en Sebald, que le tenía ganas, y aprovechar la coyuntura para escribir el texto que salió en el último Shangri-La. Ahí me explico más a fondo.


JAKOB VON GUNTEN

Llegué a Walser a través de Vila-Matas y su Doctor Pasavento y sólo puedo decir que fue un inmenso acierto. Esta novelita breve está emparentada directamente con Las tribulaciones del estudiantes Törless, y se complementan a la perfección. Su aparente sencillez y menores pretensiones respecto a la excelente novela de Musil pueden llevan al engaño que sumergió durante años esta obra en el olvido; sin embargo, los recovecos y evocaciones que esconde resultan fascinantes y abre la novela a innumerables ramificaciones mentales. La magia de lo no escrito.

SUTTREE

El año que por fin he leído a Cormac McCarthy, aprovechando el boom cinematográfico, me hice primero con su libro más reconocido, Meridiano de sangre, y esa resurrección del coronel Kurtz. Sin negar las excelencias de la novela, en ocasiones su agresividad (acrecentada por el exquisito y crudo lirismo de las descripciones) me revolvía demasiado el estómago. Así que me quedo con Suttree, igual o superior que la anterior literariamente y, a mi juicio, con más alma. La historia de la novela americana corre por sus venas, y el protagonista resulta inolvidable y fascinante. No hay motivos, como en las novelas de McCarthy, como en el despertar de cada día.



RUIDO DE FONDO

También comenté en su momento algo de la apocalíptica novela ochentera de Don DeLillo. Una obra que sigue viva después de su lectura, capaz de crear imágenes que renacen en la cotidianidad.



LLÁMALO SUEÑO

Exquisito catálogo de los terrores infantiles. Tantas veces aclamada como el germen de la novela judía estadounidense, esperaba encontrarme otra cosa, más cercana a Roth o Bellow; sin embargo, una vez desterrados los prejuicios, la novela de Henry Roth demuestra ser capaz de volar por sí misma, desde las tinieblas de una infancia empeñada en deformar la realidad. COmo todas las infancias.


LA EDUCACIÓN SENTIMENTAL

Obra total de Flaubert, recapitulación de sus temas, obsesiones y tan exquisita como siempre. Llevaba años queriendo confirmar que lo que decía Woody Allen ante el magnetófono de Manhattan era cierto.


LA INVENCIÓN DE MOREL

Su brevedad no impide la excelencia. La novelita de Bioy es algo así como la puerta de entrada a todas las ambiciones de un género normalmente despreciado como la ciencia ficción. Perfecta para plantearnos la realidad de nuestra propia existencia y, de paso, desdramatizar en cierto modo nuestra concepción del mundo. Especialmente recomendada para físicos y telecos, sobre todo si alguien quiere tener ideas para alzarse con un Nobel.

2666

Otra novela enorme, inabarcable, de la que ya se ha dicho de todo. Es una alegría el boom Bolaño, pero queda preguntarse: ¿qué fue primero el mito o la novela?. El problema ahora está en que nos obliguen a elegir: ¿Los detectives o ésta?


LA GEOMETRÍA DEL AMOR/SAUCE CIEGO, MUJER DORMIDA

Para los relatos tengo que quedarme con La geometría del amor, antología de John Cheever, padre adoptivo (Chejov siempre estará ahí) de varias generaciones de cuentistas estadounidenses, entre ellos mi adorado Raymond Carver. Pero tampoco puedo olvidarme de Sauce ciego, mujer dormida, los relatos de Murakami, en un año en que tengo la impresión de que se ha hablado mucho más de su interesantísima y absorbente After dark. Si en ocasiones me da la impresión de que las novelas de Murakami están al borde del abismo, e incluso llegan a caer en él, sus relatos me parecen irreprochables, de una concisión y serenidad que revelan lo más auténtico del autor, por mucho que él reivindique ante todo su condición de novelista. Un bálsamo espiritual.


EN LAS ALTURAS

Y en cuanto a obra lírica me salgo de la poesía para quedarme con otro librito muy breve, pero especialmente intenso, en el que no sólo se palpa, sino que llega a doler todo el desgarro de Thomas Bernhard. No recuerdo absolutamente nada del argumento, pero la sensación sigue ahí, y más en estos días de nieve y helada.






Y, finalmente, no me resisto a un epílogo con dos nominaciones más. Una de ellas referida al mundo de los blogs, al furibundo artículo de Javier Marías que tanto revuelo ha provocado por la Red. A mí lo único que me provoca es un poco de pena por la desinformación de alguien como Marías, y la facilidad para generalizar y lanzar juicios de valor desde ciertas posiciones de influencia. Eso lo convertiría en una anécdota graciosa si no fuera porque mucha gente que nunca ha tocado un ordenador ya tiene excusa y punto de referencia para despotricar contra las nuevas tecnologías. En fin, yo siempre he preferido al Marías novelista que al articulista que a veces parece poseído por el furibundo espíritu de Pérez-Reverte. Pero esa es otra historia que trataremos otro día. Y a pesar de todo, los Reyes me han traído este año su trilogía Tu rostro mañana, a la que tengo muchísimas ganas y con la que me podré cuando la cola de libros pendientes avance unas pocas posiciones.

Y la otra nominación es para el "libro" que ha cerrado una etapa de mi vida personal, esa "Implementación de un sistema remoto de pruebas de interoperabilidad para servicios basados en tarjetas inteligentes en el estándar DVB-MHP". Ya ha pasado un año pero parece que fue ayer :)

6 comentarios:

´´ dijo...

Veo que has tenido un buen año lector . Sobre el articulo de Marias , hay en cosas en que estoy de acuerdo , pero algo que creo que no se ha comentado y que al leerlo me parecio muy desagradables es que alguien te dedique una pagina web de un nivel muy alto y tardes diez años en mirarla. Es muy dificil de entender .

Daniel Quinn dijo...

Sí, el año ha sido bueno, aunque siempre sabe a poco :)

Tienes razón en lo de su página web, resulta alucinante, no sé cómo resistía la curiosidad... Aunque supongo que ahí también se puede ver la parte positiva, que no se regodea en los halagos y ese tipo de cosas.
Mi duda está en si realmente Marías piensa que mirando un rato por Internet ya es capaz de lanzar un veredicto así. No creo que nadie pudiera atreverse por muchos años que llevara enganchado a la Red. No sé, tampoco merece la pena darle muchas vueltas :)

¡Un saludo!

Anónimo dijo...

Para mi lo de marias es impresentable se mire como se mire.
Propio de un cavernícola snob.
Que no hubiera mirada su página es probablemente mentira. Y de ser verdad es indignante, como decias Francis.
Qué pensará la autora de la web...
Resulta rarísimo ser escritor y rechazar un medio poblado en su mayoría por palabras. Un medio que reparte palabras.
¿qué hubiera pensado de la imprenta?
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Hemos leído casi lo mismo últimamente. Coincido plenamente en Bernhard, (estoy ahora con La Caleta); con los relatos de Cheever, también tuve mi año Cheever (me encantó también sus diarios); El van Gutten y demás, vía montano...
Añado algunos recuerdos que creo son del 2008:
"El talento de los demás" (A. Olmos)
"Diario de un aspirante a Santo" (duhamel)
"Alcanzar las nubes" de phillip Petit

Saludos. y buen año.

Elena dijo...

A pesar de que leo todo lo que mi tiempo me permite, veo que son muchos los autores a los que ni siquiera me he acercado todavía. Coincido contigo en lo de Murakami, uno de mis escritores favoritos, del que he leído Kafka en la orilla y Al Sur de la frontera, al Oeste del sol. También adoro a Marías, pero cuando le sale la vena tremendista e intolerante se vuelve un poco cavernícola, qué le vamos a hacer. Lástima que un gran escritor como él no se dé una vuelta por blogs como el tuyo. Tendría que tragarse sus palabras.

Saludos

Daniel Quinn dijo...

Gracias a todos por los comentarios y las recomendaciones :)

He estado unos días ausente entre unas cosas y otras, totalmente descolgado de la blogosfera, pero ya estamos de vuelta.

¡Un saludo!

Cuaderno de Trieste dijo...

Hola, Quinn:

Como siempre, gustos compartidos. Fantástico Roth (Henry), fantástico el DeLillo de "Ruido de fondo", geniales siempre Flaubert y Bolaño. Por cierto, tengo pendiente su relectura, pero hasta que llegue, me sigue gustando más "Los detectives salvajes" que "2666". Me parece mucho más redonda, más acabada. Acabo de leer, por cierto, "La literatura nazi en América" y es divertidísima.
A Sebald aún no le he pillado el puntillo, pero prometo seguir intentándolo.
Al que sí se lo pillé fue a Roth (Philip) después de leer "Pastoral americana" y "El lamento de Portnoy". Eso ya es otra cosa.
Y al que cada vez amo más es a David Lean. Grande entre los grandes.
Respecto al artículo de Marías, creo que le contestó con bastante inteligencia Nacho Escolar en "Público" antes de que le largasen de allí. Venía a decir que presumir de no saber nada acerca de internet era tan estúpido como jactarse de no haberse leído jamás un libro.

Un abrazo

Gabriel