jueves, febrero 22, 2007

Ciclo Hong Sang-Soo (III): The Power of Kangwon Province

En esta ocasión no salgo tan emocionado de la película de Hong Sang Soo, que no sé si me ha decepcionado por su vuelta a lugares comunes, la frialdad de lo filmado o la aparente insustancialidad de los personajes. El coreano vuelve a jugar con el punto de vista, partiendo de una propuesta muy interesante que no se nos desvela hasta bien entrado el metraje: vemos una relación de pareja a través de cada uno de los dos protagonistas, observando el mundo en que cada uno se mueve por su cuenta. A partir de ahí el espectador debe reconstruir el núcleo central de la obra, la naturaleza, transcurso y ruptura de una relación amorosa, que no se nos muestra (salvo en un inciso final) para intentar evocar un misterio que, en mi opinión, se ve superado por el desinterés.



Las constantes de Hong Sang Soo siguen siendo las mismas; esta vez se limita a utilizar planos estáticos y un único fundido en negro para partir las dos mitades de la cinta; hace gala de su habitual sutileza y carácter elíptico, en esta ocasión aún más acusado que en sus otras películas comentadas (pero alejado, por ejemplo, del carácter de caleidoscópico rompecabezas que hacía fascinante The day a pig fell into the well).


Casi todos los grandes directores hacen una y otra vez la misma película, y Hong Sang Soo no es una excepción. A partir de mínimas variaciones de un mismo tema se puede ir confabulando un universo maravilloso, de manera que cada pieza resulte viva y refrescante por sí misma. Sin embargo, creo que en The Power of Kangdom Province los actores están demasiado faltos de naturalidad, muy ocupados en mostrarnos a través de su frialdad el momento de desequilibrio emocional que viven. Hay momentos de humor que intentan aligerar el peso y cambiar el tono de la historia, pero que me parecen desequilibrantes de la armonía general.


Aun así, una película muy recomendable y que, a pesar de no explotar todas sus posibilidades, representa un cine inteligente y vívido, necesario en el mundo en que vivimos. Hong Sang Soo nos tenía demasiado bien acostumbrados. La semana, todas las esperanzas puestas en Woman on the beach.


PD: Hong Sang Soo debería tener algo más de cuidado con los micrófonos, que quedan demasiado feos en pantalla. ¿O lo habrá hecho a propósito en su sempiterna obsesión metacinematográfica?

Reseña en Plunderphonics

4 comentarios:

Little Turtle dijo...

"observador paciente"

jeje

aqui si que me vi algo mas inmerso, quizas puede ser a que la pelicula me parecio que exigia algo mas del espectador, por momentos me veia totalmente metido en los pequeños movimientos de los personajes y en cualquier trivialidad, como cuando intentan tomar el avion o se emborrachan los dos chicos. Al final me senti recompensado ante aquella busqueda.

a mi me gusto mucho, quizas los pequeños detalles no son tan evidentes como en tale of cinema, pero creo que la estructura quebrada de la pelicula la hace ganar muchos mas enteros y me resulto algo mas compacta.

por cierto, a mi si que me parecio bastante mas vulgar the day a pig... al margen de la pirotecnia de las cuatro historietas descompuestas, no me sedujo la pelicula y menos fascinante.

woman of the beach, promete mucho, no se hablo mal de ella el año pasado.

ayer vi algunas imagenes de lo de lynch y me hicieron hiperventilar, muchas ganas de tener acceso a ella.

Daniel Quinn dijo...

Sí, mañana cae la de Lynch seguro :)

Y lo de la pirotecnia de las 4 historias..., bueno, a mí me parecieron muy sinceras y completamente alejadas de las auténticas pirotecnias de los Iñárritu y compañía. De hecho, las historias se cuentan se manera lineal, huyendo de cualquier tipo de efectismo gratuito; el estudio sobre el punto de vista y la perspectiva emocional justifican la estructura tanto de "The day a pig..." como de sus otras películas. Pero bueno, dentro de estos márgenes todo es discutible.

Un saludo!

Rosenrod dijo...

Caballero, sólo unas líneas para decirle: no se imagina lo que me alegra este reencuentro. Que sea por mucho tiempo.

Un abrazo!

Daniel Quinn dijo...

Gracias Rosenrod! Me alegra verte por aquí después de tu ascenso butaquero :)
Un abrazo!