viernes, junio 30, 2006

As tears go by


Después de un largo periodo de exámenes apetece caminar sobre seguro y visitar a esos autores que nos hacen disfrutar con cada una de sus obras. Por esa razón hoy me he hecho con una edición publicada recientemente de tres libros de Philip Roth, bajo el título de "Zuckerman encadenado", de los que iré hablando conforme los vaya degustando.


Pero hoy tenía puestas mis esperanzas en Wong Kar-Wai y su primera realización como director. Pues bien, la sensación es agridulce, porque As tears go by me ha fascinado a ratos, pero me ha incomodado la mayor parte del tiempo. Yo tengo problemas siempre que veo películas de acción, pero en esta ocasión los quince primeros minutos prometían algo totalmente distinto a lo mostrado después.
En este comienzo se da inicio a una relación algo prófuga entre dos primos que se necesitan como amantes, y Wong dibuja esta situación con su mano maestra, cuidando cada composición, mostrando detalles maravillosos y deslizándose con extremada sutileza a través de las fisuras que muestran estos dos personajes. El director chino se mueve como nadie en interiores, combinando los colores de tal manera que sacan a relucir el sentimiento más íntimo de los personajes, y en sus películas cierra el espacio como metáfora de ese mundo que los protagonistas cierran en torno a ellos mismos. Años más tarde alcanzaría la absoluta plenitud de este concepto con ese éxtasis de noventa minutos que nos supuso
In the mood for love.


Pues para mí la película se rompe cuando empieza la acción. Destruye la magia inicial, acaba con la estética cautivadora de la intimidad. La suciedad que al principio se mostraba bella y acogedora se vuelve agresiva, demasiado oscura. Los diálogos algo absurdos y los excesos visuales tampoco ayudan nada. Y sólo de vez en cuando encuentro en medio de esa vorágine los momentos mágicos que tanto anhelaba, como dosificados con cuentagotas.


La carga moral de la película resulta importante e interesante. Nos muestra, sin caer en el panfletismo, los peligros de dejarse arrastrar por unos códigos personales demasiado estrictos, intransigentes a las circunstancias de cada uno, y deja caer la idea de que una conducta responsable, en apariencia intachable, puede volverse del todo irresponsable y egoísta si no tiene en cuenta lo que hay detrás de las apariencias. Porque debemos adaptarnos a lo más adecuado en cada momento, evitando caer en dogmatismos absurdos que nos evadan de la realidad. Probablemente Groucho no era tan frívolo como parecía cuando dijo aquello de: "estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros."

2 comentarios:

Antonio Rando dijo...

Saludos. ¡Genial tu blog!

A mi la verdad que esta primera película de Wong Kar-Wai si que me gusta bastante. Lo mejor es como plasma la relación que se va estableciendo entre los dos primos, y como nos retrata los obstáculos a esa relación, y el sentimiento de impotencia que genera, en la que se irá especializando este director con cada nueva película. El deseo anhelante y frustrado de sus personajes es brutal. Quizá la acción de esta película se deba a que el director no estaba seguro de si romper con la moda del momento en cuanto a las corrientes del cine de su país, de hecho, creo que allí el componente emocional y dramático de esta peli fue un poco indigesto para un público acostumbrado a trepidantes cintas de acción sin más.

Daniel Quinn dijo...

Hola Irian!
Gracias por el cumplido :P
Hestado mirando tu blog y es muy muy interesante, ya te he metido en mis lecturas habituales.
De la peli seguramente me chocó ese contraste de los dos tonos en los que se mueve. De todas formas me pareció interesante, aunque siga prefiriendo con mucho joyas cono Deseando amar o Chungking express.
Un saludo!