1. Tarr es antropocéntrico, Tarkovsky teocéntrico, el último místico.
2. Tarr mira desde abajo, desde la tierra, y Tarkovsky desde arriba, siempre cenital.
3. Tarr dibuja con la cámara, Tarkovsky con la imaginación.
4. A Tarr le preocupa qué llevarse a la boca, a Tarkovsky con qué alimentar el espíritu.
5. Tarr es geométrico, matemático, en estructura narrativa y en composición del plano, mientras que Tarkovsky es intuitivo, guiado por la gracia.
6. Tarr es un cirujano de afecciones humanas, que examina con frialdad diseccionando las miserias humanas; Tarkovsky, sin embargo, se conmueve con nuestra debilidad.
7. Tarr es un voyeur, mientras que Tarkovsky siempre pide permiso.
8. Los personajes de Tarr recuerdan, los de Tarkovsky sueñan, desean, incluso cuando evocan su pasado.
9. Los personajes de Tarr mienten para salvarse, los del Tarkovsky solo pueden salvarse con la verdad.
10. A pesar de las puñaladas, a pesar de todo, para Tarr existe una comunidad, necesitamos la comunidad; para Tarkovsky, cada individuo es su propia isla.
11 Tarr destruye el árbol del apocalipsis, Tarkovsky crea el árbol de la esperanza.
12. Tarr es concreto, Tarkovsky abstracto.
10 comentarios:
Muy interesante la comparación. Me encanta sobre todo la décima, la necesidad de comunidad en Tarr y que cada individuo es su propia isla en Tarkovsky.
Tarr en algún momento ha conjugado el antropocentrismo con su contrario, con una especie de cosmocentrismo. Sobre todo en Werckmeister Armoniak.
Un saludo
Gracias por el comentario, ramera. Pues sí, de acuerdo con lo de Werckmeister; quizás ese cosmocentrismo sirve en esa película para subrayar todavía más las carencias humanas de los personajes de sus películas. En este sentido resulta muy simbólico el plano secuencia que abre la peli, con el baile de los planetas, lo cual sirve para reforzar aún más esa idea de comunidad.
Un saludo!
Muy interesante, teniendo en cuenta que yo soy pro-Tarr y anti-Tarkovsky si se puede decir así, hombre tampoco soy un radicalista, pero me gusta bastante más Tarr.
Y el "juego" de las 12 diferencias, como te decía, me ha gustado mucho.
Saludos
Roy
Gracias, Roy, por el comentario. Entonces tú también esperarás que Tarr se retracte y decida no retirarse tras The Turin Horse, jeje...
Un saludo!
te has salido cabrón, te voy a joder algunos trozos tuneandolos que estoy haciendo una tesis sobre el Tarr. Felicidades, y lo siento, pero Tarr no volverá al cine
Me pareció muy interesante lo de la matemática y los planos...creo que esa lentitud en cada close up por parte de Tarr en tomas muy específicas y silenciosas no las podría apreciar de la misma forma en Tarkovsky, como si fuera un lenguaje muy propio de Tarr que no logro encontrar en el otro, esto no hace a ninguno mejor, claro, pero siento que esa constante comparación es totalmente innecesaria, pero vaya, no deja de ser interesante, como lo que lograste analizar, saludos.
Tu comparación fue muy grata de leer, de todas formas entre todas esas distinciones que bien dejas ver, es increíble pensar cómo tanto Tarr, como Tarkovski son capaces de dejar tan patente la miseria humana en todo su espesor, en un lenguaje a medio camino entre lo sensitivo y lo resistente. Como dos formas, al final, de lograr esculpir el tiempo.
Saludos!
Interesante comparación, gracias por compartirla. Por cierto, te dejo por si te interesa una reseña que acabamos de publicar sobre "Esculpir en el tiempo":
https://capitulocuarto.wordpress.com/2016/11/16/esculpir-en-el-tiempo-andrei-tarkovski/
muy acertada la comparasion, en estilo se semajan un poco por condensar el tiempo, pero en temas a tratar se diferencian, mientras que tarkovsky es muy optimista bela tarr es todo lo contrario, super pesimista.
Me parecieron muy acertadas tus observaciones aunque debo decir que la comparación de Tarea con Tarkovski me parece un poco desigual. En mi opinión Tarkovski es uno de los más grandes artistas de la historia, el poeta espiritual del cine. Y todas sus películas son extraordinarias. Sin embargo de Tarr, con sus grandes aciertos, no podemos decir lo mismo. No creo que alcance ni lejanamente esos niveles de profundidad. Quizás el Caballo de Turín sea su obra más acabada, aunque es una pena que tenga esa insoportable banda sonora.
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